Comunicado de Prensa No. 23
Los vecinos del barrio El Poblado II están más orgullosos que nunca de su sector. Hoy varias de sus casas tienen un nuevo aspecto, gracias a que el fin de semana muchos tuvieron la oportunidad de pintar sus fachadas dentro de la jornada ‘Entornos de color para la vida’, realizada en el marco de la 3ra Bienal Internacional de Muralismo y Arte Público, en apoyo con PINTUCO, FUNDACION ORBIS, y en alianza con FUNDAUTONOMA y Comité Municipal Entornos para la Vida, de la Alcaldía de Cali.
La jornada de embellecimiento de sus viviendas comenzó el sábado anterior a las 8:00 a.m. Armados con brochas y pintura, los vecinos se tomaron las cuadras de su sector y comenzaron a enlucir sus casas pensando en que queden listas para recibir la época decembrina. Fueron en total 67 viviendas las beneficiadas en esta jornada con este modelo social que busca incentivar la autoconstrucción del mejoramiento físico y personal de la comunidad.
“Es increíble como a través de una pintura, algo que relativamente puede ser económico, se genera un cambio en las comunidades, pues al cambiar su entorno viéndose más bonito, sus habitantes se apropian de él y optan por cuidarlo y mantenerlo. Allí es donde la pintura tiene un valor social”, explica Miguel Ayala, representante de la Fundación Orbis, de Pintuco, quienes además de la pintura, donaron algunas de las herramientas para que los habitantes pudieran pintar sus casas.
En el proyecto, las familias que resultaron beneficiadas, llevarán un proceso integral donde al recibir la pintura para su fachada deberán devolver a la comunidad 10 horas de saberes para el banco de tiempo que serán invertidas en las zonas comunes o en la casa de los vecinos. Se genera un acompañamiento continuo con la comunidad proporcionándoles conocimientos de empoderamiento de sus espacios con el objetivo de mejorar sus relaciones a nivel barrial.
“Agradecemos esta iniciativa, pues han involucrado a los jóvenes que han mantienen por ahí pensando en otras cosas que no son buenas”; dijo Carlos Cruz, vecino del barrio. De esta forma, se logra la primera fase con un total de 730 horas comunitarias en el banco que se retornan y se vuelven a invertir en el barrio y su gente.